Nuestro grupo de investigación pertenece al Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México, ubicado en el Campus Juriquilla en Querétaro. Los trabajos con los productos yodados y su función en diversos tejidos datan del 2001. En el 2005 publicamos por primera vez que el yodo molecular y no las hormonas tiroideas o el yoduro de sodio (presente en la sal yodatada) era el responsable de prevenir la iniciación y progresión del cáncer mamario en un modelo de rata. Posteriormente también en estudios preclínicos demostramos que el suplemento de yodo junto con la quimioterapia convencional sensibiliza a las células cancerosas y es posible disminuir hasta 4 veces la cantidad de quimioterapia manteniendo los efectos anticancerosos. Adicional a la glándula mamaria nuestro grupo ha analizado también otros órganos como la próstata, el útero, el ovario, el páncreas, así como los sistemas nervioso e inmune. Demostramos que el suplemento de este halógeno ayuda en el tratamiento de patologías benignas como la hiperplasia prostática, la fibrosis mamaria, ovarios poliquísticos, síndrome metabólico, etc., y es un excelente suplemento en el tratamiento de cáncer mamario humano. Recientemente hemos ampliado nuestro espectro de investigación e iniciamos estudios en mascotas. Como parte adyuvante de la terapia de cáncer mamario canino, el yodo previene la resistencia a fármacos y disminuye significativamente los efectos secundarios.
Queremos seguir investigando y descubriendo nuevos efectos y usos de este increíble elemento. Estamos ofreciendo bajo estricta supervisión, nuestro producto a la población en general como una formulación farmacéutica e invitarte a participar con este gran proyecto con tu donativo, a través de fundación UNAM capitulo Querétaro.